Los trabajadores denuncian no solo sueldos por debajo de la inflación, sino también condiciones laborales precarias, falta de insumos para trabajar y la imposibilidad de diálogo con el intendente Ramón Lanús. La propuesta oficial –un bono no remunerativo y aumentos escalonados que no alcanzan al salario básico ni a jubilados– fue rechazada de plano. “Esto no es un problema aislado. Es el reflejo de un sistema que se cae a pedazos”, señalaron voceros.

Desde el Municipio intentaron bajar el tono de la protesta, mientras crece el malestar entre pacientes, profesionales y vecinos que ven cómo se deteriora el hospital que alguna vez fue símbolo de calidad en la zona norte.

¿Hasta cuándo se puede sostener un sistema de salud sin escuchar a quienes lo sostienen todos los días?