Trampas en la calle, cero soluciones: vivir en San Isidro ya no es lo que era

Las calles se hunden, las veredas se rompen, y los vecinos esquivan pozos como si fuera un videojuego. De repente, la Municipalidad salió a hacer obras a meses de las elecciones en zonas visibles. Denuncian poca transparencia en las contrataciones
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 Salir a trabajar, estudiar o simplemente caminar por San Isidro se volvió una prueba constante. Pozos, grietas, veredas levantadas por raíces y obras mal hechas son parte del paisaje diario para jóvenes que usan bicicleta, moto o colectivo.

El municipio anunció la finalización de más de 70 obras de reparación en calles y veredas, pero vecinos de Boulogne, Martínez, Beccar y Villa Adelina lo desmienten: muchas intervenciones se hicieron en zonas visibles y no donde realmente hacían falta. Y en varios casos, las reparaciones ya volvieron a romperse.

En muchos puntos, ni siquiera hay señalización durante las obras. Eso genera accidentes, caídas y desvíos improvisados. Para quienes circulan a diario, el tránsito se volvió caótico y peligroso.
Lo más preocupante: no hay datos públicos sobre cuántos metros cuadrados se repararon, cuánto se pagó por cada uno, ni qué empresas fueron contratadas. Organismos de control ciudadano denuncian falta total de transparencia.

Mientras tanto, la gestión de Ramón Lanús prioriza la estética de sus redes sociales. Pero en la calle, las fotos no tapan los baches. Cada día que pasa, caminar por San Isidro se parece más a esquivar un problema que a vivir en un municipio moderno.
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