En la carrera por el control neuronal, una nueva empresa busca revolucionar el sector sin necesidad de realizar intervenciones cerebrales. Este enfoque divergente se presenta como un desafío a Neuralink, la empresa de Elon Musk, que se basa en la implantación de electrodos en el cerebro.

La nueva empresa, cuyo nombre aún no se ha publicado, está desarrollando una tecnología que podría superar a Neuralink en términos de aplicabilidad y seguridad. Dicha tecnología se basa en la interacción con las ondas cerebrales sin necesidad de invadir el cerebro físicamente. El objetivo es lograr un nivel de interacción y control neuronal comparable al de Neuralink, pero sin el riesgo y la invasibilidad que suponen las intervenciones cerebrales.

Esto podría abrir nuevas puertas en el campo de la neurociencia y la tecnología, ofreciendo un nuevo enfoque para la interpretación y manipulación de las ondas cerebrales. La visión de esta empresa es proporcionar una alternativa más segura y menos invasiva a la tecnología actual, sin sacrificar la eficacia y la capacidad de interacción con el cerebro humano.

¿Cómo reaccionará Neuralink ante esta nueva competencia? Solo el tiempo lo dirá. Lo que sí es cierto es que este nuevo enfoque podría cambiar radicalmente la forma en que entendemos y interactuamos con nuestro propio cerebro, abriendo nuevas posibilidades para la medicina, la tecnología y más allá.