Internet, nuestra querida red de conexiones globales, está en peligro de convertirse en un pueblo fantasma, plagado no de espíritus desencarnados, sino de agentes de inteligencia artificial (IA). Expertos en tecnología y ciencias sociales advierten que si no protegemos las interacciones humanas en línea, podríamos perder la esencia de la experiencia en Internet.

El aumento de los bots y los agentes de IA en las redes sociales, los sitios web de comercio electrónico y otros espacios en línea es indiscutible. Sin embargo, la proliferación desenfrenada de estas entidades no humanas podría deshumanizar nuestra experiencia en línea. La preocupación es que seamos minoría en un mundo dominado por máquinas inteligentes. Esto podría alterar la forma en que interactuamos, comunicamos y compartimos experiencias en el ciberespacio.

El futuro de Internet no tiene por qué ser sombrío. Podemos tomar medidas para preservar la humanidad en línea. Necesitamos regulaciones para controlar la presencia de la IA y garantizar la predominancia de las interacciones humanas. También debemos educar a los usuarios sobre la IA y cómo interactuar de manera segura y efectiva con ella.

En conclusión, el futuro de Internet depende de nosotros. Si priorizamos las interacciones humanas y regulamos la IA, podemos evitar que Internet se convierta en un pueblo fantasma habitado por agentes de IA.