En Acassuso, el panorama educativo es desolador. No se registran obras, programas ni acompañamiento municipal en ninguna escuela pública del barrio, lo que refuerza la percepción de un vacío institucional completo en materia educativa.

La Escuela N.º 8, una de las más representativas de la zona, enfrenta sus dificultades sin ningún tipo de respaldo local. “La escuela está sola, sin apoyo. Antes el Municipio al menos se acercaba, ahora ni eso”, lamentó una madre en diálogo con otros vecinos.

Las familias coinciden en que no hay inversión, mantenimiento ni siquiera gestos simbólicos de acompañamiento a la educación pública. “Parece que a nadie le importa”, expresó otra vecina. Las críticas apuntan a una desvalorización sistemática, agravada por la pasividad municipal frente al abandono provincial, que ya se había vuelto crónico.

La ausencia de iniciativas educativas barriales, como talleres, actividades culturales en escuelas o mejoras edilicias, marca un claro retroceso respecto de gestiones anteriores. Para muchos, la educación pública en Acassuso fue directamente borrada de las prioridades municipales.