El controvertido líder de una secta rusa, quien se autodenomina 'El Dios de la estrella Sirio', ha sido detenido en la ciudad argentina de Bariloche por cargos de tráfico de personas. Este líder espiritual, condenado anteriormente por abuso, ha vuelto a estar en el centro de la atención pública, lo que ha suscitado nuevas interrogantes sobre la influencia y las actividades de su grupo.

La detención se produjo en medio de una creciente preocupación por las actividades de la secta, conocida por su culto extremista y su rechazo a las convenciones sociales tradicionales. Las autoridades llevan tiempo vigilando de cerca al grupo debido a las denuncias de abuso y explotación. El líder de la secta ha sido condenado en varias ocasiones por una serie de delitos, entre ellos el abuso. Sin embargo, hasta ahora ha logrado eludir la justicia gracias a una red de seguidores leales y a su capacidad para explotar las lagunas legales.

En los últimos años, la secta ha ganado notoriedad debido a sus prácticas extremistas, que incluyen la veneración de su líder como una deidad y el rechazo a la medicina moderna. Esta última detención ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor vigilancia y regulación de estos grupos, a fin de proteger a los vulnerables y prevenir abusos.