Tecnología cara, tiempo perdido: los embotellamientos que nadie pensó en evitar
En una etapa en la que el tiempo es clave el caos del tránsito en San Isidro se vuelve un obstáculo invisible que te roba horas. ¿La culpa? Un sistema “inteligente” que no funciona y decisiones municipales que no están pensadas para esta generación
Estás saliendo tarde del trabajo. O llegás con lo justo a una entrevista. O simplemente vas a buscar a alguien. Pero otra vez, quedás atrapado entre semáforos que no tienen lógica, autos que se amontonan sin razón, y un tránsito que parece burlarse de tu tiempo. San Isidro prometió una ciudad moderna, con tecnología aplicada al tránsito, pero para quienes tienen entre 25 y 30 años, la realidad es otra: la movilidad urbana es lenta, torpe, frustrante. Aunque más del 80% de los semáforos están integrados a un sistema “inteligente”, los embotellamientos no solo persisten: se agravaron. Según datos del Gobierno de San Isidro – 2024, la gestión cuenta con más de 213 cruces semaforizados y un sistema remoto de programación que supuestamente analiza el flujo vehicular. Sin embargo, los resultados brillan por su ausencia. En palabras de un vecino de Beccar: “Yendo al gimnasio me freno en tres semáforos en 150 metros. Parece que el que organiza esto no entiende nada del tránsito”. A esto se suma la decisión, al asumir la nueva gestión, de suspender las fotomultas que ordenaban el tránsito. Clarín expuso cómo esa medida generó un relajamiento de las normas y una pérdida total del control urbano. Además, dicen que es una decisión electoral que se tomó 3 meses antes de las elecciones, y que volverán apenas pasen. Hoy, el costo de ese caos no se mide sólo en combustibles o demoras: es el tiempo de una generación que pelea por insertarse laboralmente, que tiene su día comprimido al máximo, y que se ve obligada a perderlo en bocinazos y luces rojas mal programadas. Ni hablar del impacto ambiental o del estrés diario. El municipio promete controles, pero no publica métricas ni resultados. Y el contraste entre lo que dicen y lo que vivís cada día desde el volante es demasiado evidente. Lo que pintaron como una revolución tecnológica, terminó siendo una trampa de embotellamientos que afecta —sobre todo— a quienes recién arrancan su vida adulta con proyectos, urgencias y poco margen para perder tiempo.
Etiquetas:
Sin Etiquetas

Mejores Noticias

Justo Ahora